¿Economía blindada?
La caída de 4.65% en la Bolsa Mexicana de Valores en la primera semana del año, como resultado del crítico panorama que se observa en la economía de Estados Unidos a la cual está uncida la de nuestro país, cuyas exportaciones hacia aquella nación alcanzan el 90%, esta demostrando que las declaraciones de Felipe Calderón y su gabinete económico, en el sentido de que la economía mexicana está blindada son pura demagogia.
La explicación al hecho anterior es la creciente percepción de que Estados Unidos se halla inmerso en una recesión que mantiene semiparalizado su sector manufacturero, y que la crisis hipotecaria y el aumento en el desempleo (5%) y la subida del petróleo hasta los 100 dólares por barril están indicando que el deterioro económico se agudizará en breve en el año electoral que viven los norteamericanos.
En nuestro país el año comienza con una fuerte inconformidad campesina ante la apertura a la libre importación de fríjol, maíz, azúcar y leche en polvo que implica la entrada en vigor de la última etapa del TLCAN, esta comenzando a poner al país en ebullición a pesar de las bajas temperaturas invernales.
Al cumplirse 14 años del levantamiento indígena- campesino zapatista, desde el primer día de 2008 miles de campesinos víctimas de una política agrícola que los ha empobrecido, despojado de la tierra y lanzado por millones hacia Estados Unidos, están tratando de detener la destrucción de sus economías y el futuro de las familias mexicanas organizados bajo el Plan del Chamizal.
El primer día de enero, contingentes de la Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca (APPO), de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y la Unión Campesina Independiente (UCI) se manifestaron frente a la embajada de los Estados Unidos para repudiar el TLC agropecuario.
También en Morelos, Oaxaca y otras entidades se efectuaron protestas demandando en algunos casos la derogación y en otros la renegociación en los términos del TLC agropecuario que constituye el tiro de gracia para la agricultura mexicana.
En 13 años de vigencia del TLCAN se perdieron 2 millones de empleos y las remuneraciones de los trabajadores agropecuarios se desplomaron. En 1994, el salario promedio nacional en pesos de julio de 2002 era de 93.97, y en 2003 apenas son de 107.39 (13.42 pesos), pero con una enorme perdida del poder de compra.
La desventaja en que se encuentran los campesinos mexicanos salta a la vista: La producción promedio nacional de maíz en México es de 2.5 toneladas por hectárea, contra 8.4 en Estados Unidos y 7.2 en Canadá; en lo relativo al fríjol es de 635 kilogramos por hectárea, contra mil 859 toneladas en Estados Unidos y de mil 822 en Canadá.
Además, en los primeros 10 años de vigencia del tratado comercial la agricultura tuvo una caída de 14 mil 886 millones de pesos y la inversión se estancó.
Desde 1994 el TLC ha sido un instrumento más del capital para llevar a cabo un despojo masivo de la tierra a los campesinos al favorecer la concentración de esta y del capital en 250 mil productores que tuvieron los instrumentos, la tecnología y la infraestructura para competir, en detrimento de 750 mil pequeños productores y los 3.5 millones más que viven en el nivel de la subsistencia, los cuales no tienen ninguna posibilidad de competir.
Según datos proporcionados por el líder campesino Max Correa, de la Central Campesina Cardenista “1994 empezamos con 12 millones de pobres y hoy hay 50 millones. De ellos, añadió, casi 20 millones, en extrema pobreza, están viviendo en el campo. Ese año se reconocía una migración hacia Estados Unidos de 26 mil mexicanos por año y ahora tenemos casi 600 mil. Un campesino pierde la vida diariamente tratando de cruzar la frontera”. (La Jornada, 30.12.07).
En esos 14 años se han importando 70 mil millones de dólares en alimentos y se han perdido casi 5 millones de empleos en el medio rural, que en 1994 eran alrededor de 9 millones 900 y ahora sólo hay unos 4 millones 900 mil.
El oportunismo de siempre
Pero los diputados del PRI y el PRD más bien tienen en mente que se debe renegociar el capitulo agropecuario, para desactivar el creciente descontento campesino que, dicen, no sólo perjudica a México, sino también a Estados Unidos (Ruth Zavaleta) porque aumentaría la migración y también podría dar lugar a estallidos sociales y al surgimiento de grupos radicales. Para ello acordaron exhortar y después tan sólo pedirle a Calderón que establezca una mesa de diálogo con los campesinos para analizar la conveniencia de enmendar ese apartado del TLC.
Crisis económica
Esto ocurre en medio de la cuesta de enero que comenzó con una escalada inflacionaria en los productos de consumo popular, el gasolinazo y el Impuesto Empresarial Tasa Única (IETU) que desde su anuncio comenzaron a provocar inflación. Y además analistas del sector privado entre los que se encuentra BBVA-Bancomer, Scotialbank y Santander pronostican alta inflación y nulo crecimiento económico para este año, el segundo del cuestionado gobierno de Felipe Calderón.
El fantasma de la recesión económica en Estados Unidos cada vez es más real, tal como lo demuestra la acelerada caída de la divisa verde que según reportes de Economist Intelligence Unit, desde febrero de 2002 ha sido de 28 % contra las divisas de sus socios comerciales y 41 % contra el Euro.
