lunes, noviembre 10, 2008


LA CAÍDA



Tomás Oropeza Berumen
México, 10.11.08.- La semana que pasó se caracterizó por el escalamiento en la violencia social que sacude al país desde que Felipe Calderón le asestó un garrotazo al avispero “llamado delincuencia organizada” y la continuación del hundimiento de la economía mexicana, que en realidad no es más que un apéndice de la norteamericana.
Los recientes ajustes de cuentas en el seno del grupo gobernante y/o exitoso doble golpe neurálgico de alguno de los carteles del narco perjudicado por la guerrita de Calderón, redujo a cenizas al delfín y socio del ejecutivo el secretario de Gobernación Juan Camilo Mouriño y al mismo ex titular de la SIEDO (zar antidrogas) y hombre de confianza de EU y el ejército mexicano, José Luis Santiago Vasconcelos en el avionazo del martes 4. Demostrando –una vez más- que el poder de fuego y el monopolio de la violencia en el México del cambio no son patrimonio exclusivo del Estado, sino que dada la debilidad de gobierno y los infinitos recursos del hampa y sus largos tentáculos que han penetrado en todo los ámbitos nacionales, ya vivimos en un país sin gobierno y con muchos poderes fácticos reales y tal vez más poderosos que el encabezado por el presidente pelele.Lo que estamos presenciando en estos días de hundimiento de toda la economía mexicana es el crecimiento de las contradicciones dentro del bloque de poder, donde se están saldando las diferencias mediante sangrientos mensajes en los que sus autores cada día elevan la mira. Al grado de que el incidente de la semana pasada no es más que la expresión de la encarnizada guerra dentro de la clase dominante y una acción que revela el escalamiento en la violencia al interior del grupo en el poder que difícilmente se detendrá.A menos que se le oponga una fuerza de magnitudes que no existen en el país, pero sí al otro lado del Río Bravo, desde donde Barack Obama, continuando con la política imperialista del loco G. B ofreció todo su apoyo al michoacano enlutado. Es decir una intervención militar para pacificar al país donde el segundo hombre más poderoso y “estratega fundamental en la elaboración de la reforma petrolera” y muchos otros negocios turbios, junto con el zar antidrogas, se quedaron en el viaje después de haber tirado línea durante la firma de un acuerdo de seguridad estatal en San Luis Potosí.Si bien es cierto que desde el gobierno de facto panista se manejan dos versiones sobre las causas de la caída del Learjet 45, la del secretario de Comunicaciones Luis Téllez, de un sospechoso “accidente” y la de Felipe Calderón quien ha expresado que su amigo y acompañantes fueron víctimas de “los enemigos de México”, a “quienes se seguirá combatiendo” en homenaje al Cid Campeador, bienaventurado, heroico, eficiente, cuate y valedor.La tragedia que viven Calderón y su grupo cada vez más compacto, es que los interesados en que pasara lo que pasó podrían ubicarse en una amplia gama de intereses lastimados por el peninsular de 37 años y ejemplo de la joven generación de políticos: panistas, yunquetos, militares, cuerpos policíacos, compañías petroleras insatisfechas, mafiosos de la droga, etc. Enemigos en las alturas no le faltaban. Y por lo que respecta a Santiago Vasconcelos, el abanico de enemistades podría ser mayor aunque sin poner entre ellas a las poderosísimas petroleras.Pero el trasfondo de esta historia que podría inspirar a algún sucesor del autor de El Padrino, Mario Puzo es todavía peor, si se considera que la crisis económica en curso está haciendo añicos las condiciones de vida de millones de mexicanos.Con una inflación anual de 5.78%, la más alta en 7 años; el aumento número 26 a los combustibles y el imparable incremento de los alimentos; la enésima reducción de las perspectivas del crecimiento económico nacional, ahora a menos de 2% en este año y de 0.9% para el 2009 (FMI); paros técnicos y despidos en la industria automotriz; fracaso en detener el aumento de la cotización del dólar (12.40 hoy); desplome en el precio del petróleo que oscila en torno a 64.04 usd para el Intermedio de Texas, y las declaraciones de los dueños de México reunidos ayer domingo en Monterrey, donde El Maseco Roberto González Barrera, dueño de Banorte, a ojo de buen cubero sostuvo que la crisis durará unos 3 años y planteó que la solución a la parálisis económica esta en Oriente donde pueden hacerse grandes inversiones ... claro, mientras no les retache la crisis desde el Occidente, donde China vende un gran porcentaje de sus mercaderías.Y aunque la telenovela nacional cada semana nos presenta un capítulo más escandaloso que el anterior, lo que ha permanecido como una constante es la lucha (en una fase economicista) de clases de mineros que llevan más de dos años en huelga, lo cual parece no importar demasiado a sus patrones del Grupo Minero México que ha sufrido de grandes pérdidas en la Bolsa de Valores, reflejo de la saturación del mercado mundial de los minerales que no encuentran compradores en una industria deprimida.Otros que siguen sosteniendo su repudio al Acuerdo para la Calidad Educativa (ACE) y defendiendo la educación pública de la rapacidad privatizadora, son los maestros, que pese a haber suspendido el largo paro en Morelos, no cesarán en su rechazo al proyecto del FMI. Al mismo tiempo y para unir fuerzas profesores de 18 entidades acudirán a una reunión en Cuernavaca el próximo 29 de noviembre para diseñar la estrategia que derrote al acuerdo signado por la líder vitalicia del SNTE Elba Esther Gordillo y el panista Felipe Calderón.

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